CAPITULO 6 “La visita.




Dedicado a mis ex-alumnos Jorgito y Líen Borges
 porque su padre fue uno de los desaparecidos
 de la Guerra de Angola

"Un día me iré despacio,
no habrá palabras,
sólo una sonrisa de despedida...
Quedarán algunos recuerdos,
escritos en los cuadernos,
en los muros....
aquéllos que no se olvidan".
gini miguez lima

 Dios mío, es él… él y se está acercando a mi casa, lo vi cuando me asomé por la ventana para ver si los niños llegaban de la escuela.
Sí… no me quedaban dudas…  era él… Dios mío y creo que empecé a temblar. Me quedé sin aliento, mis manos perdían el calor, de estar frente a un espejo vería mi rostro palidecer ¿El en mi casa, tocando a mi puerta en los momentos que todos eran para Javier? ¿Qué hago? Ya estaba tocando, sentía sus toques como martillazos como si se propusieran derribar la puerta. Me...acerqué…me acerqué para luego retroceder, mí cerebro decía no, no…no la abras, no, deja esa puerta, déjala cerrada, ciérrala  pero mi corazón me traicionaba… Lo sentía , me hablaba bajito, quedito casi en un susurro… Sí, sí, sí y sin pensarlo… la abrí…y apareció ante mí como un ser irreal, iluminando todos los espacios que se habían quedado sin luz y sin color desde que supe la noticia de la desaparición de Javier, era él y había venido a verme…
Estábamos frente a frente sin mediar palabras, el silencio era nuestro cómplice, nuestro mejor aliado…nunca descubrí si él conocía la verdadera causa de mi dolor en aquellos instantes, lo sentí a mi lado como un ángel divino que no sabía quién me lo había enviado pero estaba ahí a mi lado… sólo me llegaban las caricias de su mirada…nuestros ojos se encontraron y habló el corazón...
Sentí ruidos, los niños estaban llegando con mi vecina que se había brindado a recogerlos.
---Saluden, miren quién vino a vernos…Yami, se le acercó y lo besó con naturalidad como a alguien que conoce desde hace tiempo.
-- Javi, ven, saluda a Alejandro, ven, saluda a Ale…
-- No,no quiero saludarlo, voy a jugar a la pelota y hacía que se iba.
-- Pero niño ¿Qué te pasa? Ven, lo saludas, te quitas el uniforme y sales a jugar,le decía, un poco para suavizar la situación en que me ponía .
-- Que se vaya, que se vaya... ¿A que vino? Gritaba desde su cuarto.
-- Mira, discúlpalo está muy nervioso desde lo de su padre, sólo atiné a decir.
Era fácil para Ale asumir la actitud del niño, él era Sicólogo y acababa de pasar por un divorcio.
Entonces tomó mi mano y se despidió de todos...
Mi vecina no perdía ni un segundo en averiguar quién era aquel hombre, pensé en mentirle y decirle que era amigo de Javier pero lo deseché al momento, no estaba mi ánimo para mentiras y aunque la visita de Ale hizo revoletear las mariposas en mi imaginación ,mi tristeza era real, aunque casi siempre al nombrarlo desde hacía un tiempo lo llamaba, él padre de mis hijos, eso lo descubriría después cuando por fin tuve noticias desde Angola.
Ya venía observando desde hacía un tiempito que algo estaba sucediendo en mi hijo Javier, cada día peor, del niño alegre y juguetón que era no quedaba nada, gruñón, malhumorado, bocón por todo protestaba, me espiaba, sentí que en muchas ocasiones me miraba como a una enemiga, la magia que existía en nuestras relaciones se iba muriendo poco a poco y trataba de arrastrar a su hermana con él, se había convertido en un niño difícil. La maestra me citaba frecuentemente para darme quejas por su conducta. No sabía como manejar la situación sin la autoridad del padre, lo necesitaba a mi lado para compartir la responsabilidad de la crianza de los niños, tuve veces que llegué a sentir el l
átigo de la soledad golpeando duro, impotente para asumirla, necesitaba trabajar y poco a poco mi vida se fue convirtiendo en una rutina sin final, la guerra de Angola me obligaba a caminar sola por la vida. Después que hice estas reflexiones decidí hablar con mi hijo, muy seriamente. Cuando Juliana se marcho, llamé a Javier.
----Javi, que mamá quiere decirte algo, ven un momento, hijo. lo esperaba en el portal y no veía que se acercara o por lo menos me respondiera, decidí ir hasta donde estaba jugando con los demás niños de la cuadra. Me le acerqué.
--- ¿Desde cuándo, cuando la mamá llama no se le hace caso, dime?... Mientras lo hacía volverse para mirarle a los ojos, sólo conseguí que me siguiera hasta la casa, caminaba despacio de mala gana con la cabeza agachada casi hasta el piso pero me seguía..
-- Debemos hablar de algo ¿Qué pasó hoy, verdad? Me estaba llevando a un límite.
-- ¿No sabes de qué te hablo? Dime, dime, me estás poniendo muy brava contigo, sabes; pero como los ratones te comieron la lengua, lo diré yo, fue entonces que escuché su voz.
-- Porque las mamás lo saben todo.
---Santa Teresita de Jesús… ¿Qué estaba pasando con mi hijo? Lo atraje hacia mí, mientras lo acariciaba por la espalda, fue como arrastrar a un poste, pero lo conseguí, nos abrazamos…Gracias mi Santa, parece que es la primera vez que me oyes.
-- No, me equivocaba de nuevo... tampoco me había oído.
-- Mamá lo dijo casi en un sollozo, mamá, prométeme una cosa ¿Me la vas a prometer? Prométeme que Ale no dormirá en el lado de mi papá en la cama de ustedes ¿Me lo prometes, mamita… ¿Me lo prometes?


Agradecimientos a la artista plástica Tatiana Inguanzo  por su cuadro "Despedidas"

Continuará…


Código: 1005256398436

Comentarios

  1. Ay Gini eres fabulosa disfruto muchisimo leerte!!

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  2. Gracias Mar, es un placer grande que te guste lo que escribo, me haces feliz, un abrazo.

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