Ahora.



Ahora que con Internet lo sabemos todo,
que olvidamos la vida en los semáforos,
que lo problemas los soltamos por el mundo
y la guerra sigue siendo un mal inevitable.


Ahora que ya conoces mis horarios,
que nunca me despierto antes de las ocho,
que tengo una gata y un perro que me levantan
y solo necesito un altavoz para

que los oigan en todos los confines del planeta:

¿Cómo durmió anoche, compañero?
Y me asomo a tu ventana y te bombardeo con flores
que huelen a mar, a incienso, a pan recién horneado
porque son online.


Y no miento cuando te digo que las corté esta mañana
en mi jardín virtual donde siembro junto a las flores
nombres, besos, poemas, adióses, abrazos, lágrimas,
requiebros, perretas, arrumacos y aguaceros.


Publicado por gini

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