Quiero gritar las palabras que a nadie digo...



Amedeo Modigliani, autorretrato (1919)




Olvidar...
Cuando olvidamos a alguien es como arrancar un pedazo a nuestra vida.
No me gusta olvidar aunque los recuerdos sean sueños rotos, a veces pretendemos olvidar a alguien que en algún momento nos inspiró los versos más hermosos, momentos irrepetibles.
¿Por qué vamos a mutilar el alma y olvidar los atardeceres donde fuimos dueños del amor y de las rosas ?
Olvidar los recuerdos más angustiosos que fueron instantes desgarradores s podemos convertirlos en inolvidables, en sublimes momentos porque el alma habló.

  Todos los instantes de nuestra vida nos pertenecen y hacemos de ello lo que nos dicten nuestros sentimientos y emociones, la razón muchas veces resulta fría y duele más que las lágrimas y como dice mi amiga Alicia Redel el olvido hace parte de la "maleta" de la memoria y deben convertirse en experiencias vividas, no importa si nos dañaron, la cuenta final será el enriquecimiento y fortalecimiento de nuestros momentos sagrados.

Es una  forma de no caer en la ingratitud, no verlo todo negro, darle alguna luz al gris...
Recordar es  llegar al justo instante donde nacen las violetas, el lenguaje tiene muchos misterios y hay veces  aflora la poesía a tiempo en tu ayuda y  hasta te llegan versos y melodías, la nostalgia acude al consuelo tan taimada y tímida que nos hace sonreir llorando  y son esos momentos que la memoria guarda en su baúl.
Recuerdo estos los versos del vasco Don Miguel de Unamuno que tanto me acompañó en mis días de estudiante modosita y preguntona y las imágenes del pintor italiano que vivió en Francia Amadeo Modigliani.




¡Tú, mi bendito porvenir pasado,
mañana eterno en el ayer;
tú, todo lo que fue ya eternizado,
mi madre, mi hija, mi mujer!

 ¿Es que acaso se puede mutilar el alma ? ¿O solo es la magia del arte quien viene a nuestro rescate?

Quiero abrazarme a esos recuerdos que se marcharon cuando los pájaros volaron al sur con la llegada del invierno.


Quiero un cuadro de Modigliani .
 Quiero volver a antiguos besos robados a la sombra de la iglesia donde era pecado el olor de las rosas.
Quiero cantar con Mercedes Sosa y darle gracias a la vida
No quiero olvidar las sílabas que hilvanaba tus versos
Quiero oír a Luigi Nono hasta el amanecer en una sinfonía desentonada y tierna que espanten las sombras de los transhumanos
Quiero encender las velas que iluminaban la noche cuando los fantasmas merodeaban por los puertos..
Quiero gritar las palabras que a nadie digo...


Imágenes :

Amedeo Clemente Modigliani ( julio 1884 a 24 enero 1920) fue un judío italiano pintor y escultor que trabajó principalmente en Francia. Es conocido por los retratos y desnudos en un estilo moderno caracterizado por el alargamiento de caras y figuras, que no fueron bien recibidas durante su vida, pero más tarde encontró aceptación. Modigliani pasó su juventud en Italia, donde estudió el arte de la antigüedad y el Renacimiento hasta que se trasladó a París en 1906. Durante su vida, Amedeo Modigliani tuvo poco éxito, pero después de su muerte alcanzó una mayor popularidad y sus obras de arte alcanzaron altos precios. Murió a los 35 años en París de la meningitis tuberculosa .




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